En aquellos países donde la humedad es alta, es necesario dejar correr el aire en las habitaciones e incluso armarios del hogar para prevenir la aparición de moho, la proliferación de gérmenes y los malos olores.

Esta ventilación es importante en hogares donde viven personas que sufren de asma. A continuación se presentan algunos trucos que pueden ser aplicados especialmente durante verano:

– Abra todas las ventanas y puertas, incluso las de habitaciones que no están en uso, por lo menos durante dos horas diarias, aunque sea de noche.

– Si desea hacer su hogar más fresco sin necesidad de abanicos ni aires acondicionados, considere extender los aleros o añadir toldas a ventanas donde dé la luz directa del sol. Esto hará que esa habitación se mantenga más fresa y además evitará también que el agua entre cuando llueve.

– También puede plantar un árbol cerca de la venta para dar sombra en esa área.

– Deje las puertas de los armarios abiertas, durante el día, cuando no está en casa, para evitar la acumulación de humedad sobre paredes, ropa y zapatos.

– En el caso de los baños, que es el área más húmeda del hogar y en general la de menor ventilación, deje la puerta abierta cuando no esté en casa.

– Si se trata de un baño sin ventanas, encienda el ventilador por media hora con la puerta abierta diariamente.

– Promueva la ventilación cruzada. Esto quiere decir que el aire entre por un lugar y salga por otro distinto, por ejemplo, en las habitaciones con dos ventanas. En las habitaciones con una sola ventana, la ventilación cruzada se puede lograr abriendo la puerta.

– Corralas cortinas. Evite los cortinajes pesados en las ventanas. En clima húmedo o tropical éstos tenderán a acumular polvo y humedad y evitar el flujo de aire.

– Si desea la habitación oscura en algunos momentos, es preferible que recurra a las persianas como las bali, roller shades o con black-out, que permiten un cuarto a oscuras pero al mismo tiempo puede ventilarse mejor al abrirlas.

– No importa qué tipo de cortinas tenga, manténgalas abiertas por lo menos tres horas al día para airear las habitaciones.

– En el caso de las casas que permanecen cerradas por mucho tiempo, como las de campo o playa, en cuanto llegue abra todas las ventanas y puertas, incluso las de baños y armarios.